Somos Beto y Edith Sánchez, un matrimonio joven con un hermoso bebe llamado Luca. Nos casamos el 29 de Diciembre del 2014.
Nos conocimos en una escuela de discipulado y entrenamiento para las naciones en JUCUM Mazatlán (juventud con una misión) en donde pudimos conocer el corazón de Dios para nosotros y para poder formar una nueva familia.
En la palabra de Dios y en nuestras propias vidas hemos podido entender el amor de Dios por medio de Cristo Jesus, y lo que esto abarca en un total de todo. Cada aspecto de nuestras vidas, como nuestro respirar hasta de disfrutar de un hermoso atardecer, es causado por el amor de Jesus en nuestras vidas. Sin embargo no podemos ignorar el hecho de que cada nación y cada persona del mundo necesita oír del asombroso amor de Dios, ya que si volteamos a ver por la ventana podremos ver a una señora desesperada por dar de comer a sus hijos, en el camino al trabajo podemos ver a la persona que quiere limpiarnos el cristal de nuestro automóvil por una moneda para ir a comprar la siguiente ronda de drogas, también nuestro jefe en la oficina siempre estresado pensando en que tiene que pagar todas la cuentas de su enorme casa, o el presiente de tu nación que se hunde en críticas por no poder cambiar los problemas.
Fuimos llamados para predicar el evangelio de Jesus y todo lo que ello implique ya que no se queda en una simple predica en la iglesia, si no en traer el Reino de Dios a la tierra y hacer un cambio, orando, sirviendo, y amando para poder reflejar el amor de Dios.
Nos conocimos en una escuela de discipulado y entrenamiento para las naciones en JUCUM Mazatlán (juventud con una misión) en donde pudimos conocer el corazón de Dios para nosotros y para poder formar una nueva familia.
En la palabra de Dios y en nuestras propias vidas hemos podido entender el amor de Dios por medio de Cristo Jesus, y lo que esto abarca en un total de todo. Cada aspecto de nuestras vidas, como nuestro respirar hasta de disfrutar de un hermoso atardecer, es causado por el amor de Jesus en nuestras vidas. Sin embargo no podemos ignorar el hecho de que cada nación y cada persona del mundo necesita oír del asombroso amor de Dios, ya que si volteamos a ver por la ventana podremos ver a una señora desesperada por dar de comer a sus hijos, en el camino al trabajo podemos ver a la persona que quiere limpiarnos el cristal de nuestro automóvil por una moneda para ir a comprar la siguiente ronda de drogas, también nuestro jefe en la oficina siempre estresado pensando en que tiene que pagar todas la cuentas de su enorme casa, o el presiente de tu nación que se hunde en críticas por no poder cambiar los problemas.
Fuimos llamados para predicar el evangelio de Jesus y todo lo que ello implique ya que no se queda en una simple predica en la iglesia, si no en traer el Reino de Dios a la tierra y hacer un cambio, orando, sirviendo, y amando para poder reflejar el amor de Dios.